"Limpieza" en nuestra ciudad

Una responsabilidad de TODOS

Nací en un barrio de clase media. Humilde…pero limpito. Aclaro que la suciedad no es sinónimo de pobreza o marginalidad. Y recuerdo que cuando se conocía en mi casa que alguien iba a visitarnos, mi madre se esmeraba por tenerla aún más limpia de lo que siempre estaba.
El recuerdo, viene a colación por la visita de la presidenta, a la alicaída “Tacita de Plata”. Porque mientras el personal de protocolo y ceremonial, se preocupaba porque la mandataria siga el programa establecido, previamente por Buenos Aires; los punteros políticos colgaban carteles, de cuanto árbol o poste hubiere en su camino, dándole la bienvenida a “Kristina”; el personal de tránsito cortaba las calles y la policía se imponía con sus azules uniformes, recién lavaditos y pasados por suavizante, para que tengan un “olorcito a rico”, me dio la sensación de que el personal encargado de la limpieza de las calles no estuvo a la altura.
Si mal no recuerdo, la empresa Limsa, es propiedad de un calvo diputado provincial, cuyos adictos…perdón adeptos, portaban grandes carteles con su nombre y que la presidenta insistió en que bajen “para verle las caras a los jujeños”…
Y la verdad es que desde la terminal hasta el centro, pude ver una importante cantidad de papeles, bolsas de basura y cuanta asquerosidad se encuentra en la zona, sobre todo de la terminal, que transformó a esa parte de la ciudad en lo más parecido a las ferias altiplánicas.
Pregunto: los encargados de la limpieza no escucharon nunca aquella frase de “limpiar aunque sea donde mira la suegra”? ¿O se pensaron que con poner unos carteles por arriba, la presidenta no iba a ver la mugre?
Por estos días, el Secretario de Turismo, está realizando una importante campaña de promoción de la provincia frente al obelisco, mostrando los distintos paisajes de Jujuy, pero todo caería en saco roto si no se concientizan todos…TODOS…en brindar una buena imagen.
No se puede esperar a los turistas con una terminal como la que tenemos, con la suciedad que hay desde ésta al centro o con servicios deficientes.
Una verdadera política en materia de turismo se logra con limpieza, excelencia en la atención al cliente y lugares para hospedar a los visitantes.
Por lo pronto debería haber una mejor limpieza de toda la ciudad y conciencia de los jujeños para no ensuciar las calles.
Me llega a la memoria una anécdota de un argentino que mientras paseaba por las calles de Torino, en Italia, arrojó un papel al piso. Un ciudadano lo llamó para decirle, con diplomacia, que se le había caído un papel, a lo que el argentino manifestó “No se me cayó, lo tiré porque no me sirve” y el italiano, con igual diplomacia, le contestó “Si a Ud no le sirve, a Torino tampoco. Por favor tírelo en un cesto”.
Solo con estas actitudes, podremos mantener una ciudad limpia, venga quien venga.