Cuando manda la PC
Hay situaciones que superan los límites de la estupidez, como, por ejemplo, cuando la tecnología (sumada a la inoperancia humana) no se convierte en una herramienta administrativa, sino en una traba para el sistema educativo.
“SUI GUARANI” se llama el sistema informativo que registra, computa, guarda y gobierna la administración académica de la Universidad Nacional de Jujuy. Los alumnos, a través del mismo, se hacen acreedores de un número de usuario y una clave personal, que debería facilitar el acceso a la información y la realización de los tan engorrosos “trámites burocráticos administrativos” (que dicho sea de paso, son el terror de toda institución)
Cuando el sistema falla, hecho que sucede prácticamente todo el tiempo, demostrando su ineficacia (ya sea por culpa del mismo programa o la inutilidad de quienes la administran), ocasiones grandes problemas a los alumnos: perdidas de mesas de exámenes, perdidas de regularidades, obstaculiza la inscripción a las materias, y en algunos casos, se “olvida” de registrar las inscripciones.
¿Cuál es la típica respuesta ante antes problemáticas ofrecida por las autoridades “competentes”? “No figura en el sistema, lo siento, recursá el cuatrimestre” (aún cuando el alumno presenta las asistencias, trabajos prácticos y exámenes aprobados, etc. en las planillas de los profesores). ¿Cuánto puede demorar un directivo en inscribir a un alumno manualmente cuando se presentan estas irregularidades? ¡MAS DE CUATRO MESES! Y todo ello, mediante presentación de notas y reuniones con los directivos, entre otros trámites, que perjudican al alumno (ya perjudicado previamente) en la organización de sus tiempos y la cursada de las materias. Es decir, en dicha facultad, para solucionar un problema, se ofrece como solución afrontar otro nuevamente.
“En la computadora no figura” es una excusa inaceptable para un alumno que está siendo gravemente perjudicado, y que, a partir de ese momento, deberá solucionar por él mismo los problemas que ocasiona la organización burocrática de la facultad.
Es hora de que nos demos cuenta que nadie debe pagar por los errores ajenos: a los alumnos les corresponde cursar y estudiar las materias y no suplir la ineficacia de la administración institucional.
Hay situaciones que superan los límites de la estupidez, como, por ejemplo, cuando la tecnología (sumada a la inoperancia humana) no se convierte en una herramienta administrativa, sino en una traba para el sistema educativo.
“SUI GUARANI” se llama el sistema informativo que registra, computa, guarda y gobierna la administración académica de la Universidad Nacional de Jujuy. Los alumnos, a través del mismo, se hacen acreedores de un número de usuario y una clave personal, que debería facilitar el acceso a la información y la realización de los tan engorrosos “trámites burocráticos administrativos” (que dicho sea de paso, son el terror de toda institución)
Cuando el sistema falla, hecho que sucede prácticamente todo el tiempo, demostrando su ineficacia (ya sea por culpa del mismo programa o la inutilidad de quienes la administran), ocasiones grandes problemas a los alumnos: perdidas de mesas de exámenes, perdidas de regularidades, obstaculiza la inscripción a las materias, y en algunos casos, se “olvida” de registrar las inscripciones.
¿Cuál es la típica respuesta ante antes problemáticas ofrecida por las autoridades “competentes”? “No figura en el sistema, lo siento, recursá el cuatrimestre” (aún cuando el alumno presenta las asistencias, trabajos prácticos y exámenes aprobados, etc. en las planillas de los profesores). ¿Cuánto puede demorar un directivo en inscribir a un alumno manualmente cuando se presentan estas irregularidades? ¡MAS DE CUATRO MESES! Y todo ello, mediante presentación de notas y reuniones con los directivos, entre otros trámites, que perjudican al alumno (ya perjudicado previamente) en la organización de sus tiempos y la cursada de las materias. Es decir, en dicha facultad, para solucionar un problema, se ofrece como solución afrontar otro nuevamente.
“En la computadora no figura” es una excusa inaceptable para un alumno que está siendo gravemente perjudicado, y que, a partir de ese momento, deberá solucionar por él mismo los problemas que ocasiona la organización burocrática de la facultad.
Es hora de que nos demos cuenta que nadie debe pagar por los errores ajenos: a los alumnos les corresponde cursar y estudiar las materias y no suplir la ineficacia de la administración institucional.
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