Un debate clave para nuestra
formación profesional
Haciendo memoria...
Haciendo memoria...
Desde fines del año pasado, y durante las próximas tres
semanas, las Adscripciones fueron y serán la discusión central para los
docentes, egresados y estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias
Sociales de la UNJu.
Hasta el año 2010, funcionó en nuestra facu un régimen de
pasantías particular, distinto al régimen de pasantías nacionales, con
contradicciones tan evidentes que por razones jurídicas, fue dado de baja.
Las pasantías nacionales son un instrumento de la década del
'90, bastante conocido ya, que busca convertir a los estudiantes avanzados o
recién egresados en mano de obra calificada y barata para las empresas, que a
través de convenios con las distintas facultades, obtienen recursos humanos a
muy bajo precio, siendo las facultades de Ingeniería, Económicas y otras
"ciencias duras" las más buscadas, por el rédito económico que
acarrean dichas actividades. la mayoría de los consejeros académicos,
actualmente, se manifiestan abiertamente en oposición a este régimen que enfoca
las cuestiones educativas con la lógica del mercado.
En Humanidades de Jujuy, al no tratarse de ciencias tan
ligadas directamente a la producción económica, se implementó un sistema
(también llamado pasantías), que consitía en la posibilidad de que un
estudiante, de forma voluntaria y ad honorem (gratuitamente y sin recibir dinero
alguno a cambio), para poder iniciarse en docencia e investigación, integrara
un equipo de cátedra. La masificación de este sistema confluyó con otros dos
fenómenos muy importantes: la pérdida progresiva de espacios de Ayudantías de
Segunda (para Estudiantes) y el recorte del presupuesto de la Facultad.
Las Ayudantías de Segunda son el espacio primordial que
tenemos los estudiantes para iniciarnos como profesionales, son un trabajo que,
actualmente, es remunerado, con los correspondientes aportes, seguro, obra
social, etc. En mi caso, por ejemplo, desde principio de año cobro $1145 por
ser Ayudante de Filosofía, en Comunicación Social, gracias a un concurso que se
abrió en el año 2009. Esto, sumado al aporte de mis padres, me permite
continuar mis estudios, trabajar, generar antecedentes, investigar y formarme
dentro del área profesional que elegí para mi vida. TODOS DEBERÍAMOS TENER
DERECHO A ACCEDER A ESTE BENEFICIO.
Actualmente, de más de los 1500 estudiantes activos plenos
de nuestra facultad, sólo existen 19 cargos de Ayudantías para Estudiantes, de
los cuales nueve se volverán a concursar en los próximos meses. Evidentemente,
necesitamos más. Durante el año 2010, a raíz de dinero proveniente del PROSOC y
por una iniciativa de decanato a la que como CEPA nos opusimos, muchas
ayudantías estudiantiles pasaron a ser consideradas ayudantías de primera, por
lo que se perdieron esos espacios de formación que son nuestro derecho.
Mientras esto sucedía en el Consejo, en las aulas muchos
docentes aprovecharon a los estudiantes pasantes para delegarles tareas que les
correspondía a ellos: tomar asistencia, dar clases, pasar notas, etc. Muchos
pasantes se convirtieron en secretarios o cadetes de los docentes, realizando
tareas que corresponderían, quizás, a un ayudante de segunda o un jefe de
Trabajos Prácticos, sin percibir renta alguna y siendo de esta forma
explotados. En esas experiencias nos basamos los de la CEPA para rechazar la
implementación de un régimen como ese, aunque se lo disfrace con otro nombre.
¿Qué se está discutiendo hoy en el Consejo Académico?
Durante el
año pasado, el Decano de nuestra facultad presentó una propuesta de Reglamento
de Adscripciones a cátedras, con la cual la mayoría de los estudiantes no
estuvimos de acuerdo, por ser muy parecido al régimen anterior, y nos
presentamos en el Consejo manifestando nuestro desacuerdo. Nos pidieron
redactar una propuesta, y compañeros/as de la carrera de Antropología
presentaron una alternativa, denominada Programa Universitario de Formación en
Docencia e Investigación (PUF). Así mismo, distintos Departamentos de Carrera
hicieron sus propuestas, como también lo hizo la Lista Universidad
(oficialista, opuesta al decanato y parte de la gestión del rector Enrique
Arnau).
Este Jueves 10 se realizó en el Consejo una reunión de
Comisión de Reglamento ampliada, para discutir específicamente este tema.
Intervinieron todos los Consejeros presentes y las posiciones fueron diversas,
pero pueden focalizarse en:
- Consejeros Docentes: todos afirman que las adscripciones no constituyen un trabajo, sino una opción extra de formación que la Educación Pública y Gratuita ofrece, y que al ser de carácter voluntarias, la formación, experiencia y antecedentes constituyen ya una remuneración suficiente para los estudiantes que accedan a ellas. Luego de la discusión, la mayoría de ellos se mostró accesibles a considerar la opción de becar a algunos adscriptos, porque el presupuesto no alcanza para todos.
- Consejeros Estudiantes: A excepción del Consejero de Integrate (que argumentó que "engordar mi currículum es suficiente" 'sic'), los otros cuatro Consejeros Estudiantiles presentes (tres de Innovación Universitaria y yo de la CEPA), aunque con diferentes balances y propuestas, nos mostramos en desacuerdo a la postura docente de no considerar la opción de beneficiar económicamente a quienes se adscriban a una cátedra.
¿Qué propone la CEPA?
De acuerdo a lo que discutimos en nuestra agrupación y con
los compañeros que pudimos dialogar, la CEPA planteó los siguientes puntos:
- Es absolutamente necesario, tanto para nuestro presente como estudiantes como para nuestro futuro profesional como docentes o científicos sociales, que los estudiantes tengamos un espacio de práctica, formación y participación dentro de las cátedras, accesible como un DERECHO y no como un favor.
- El eje central de la discusión no deberían ser las Adscripciones, sino las Ayudantías de Segunda, espacio genuino para nuestra formación y actualmente relegado política y presupuestariamente, lo que nos posiciona a los estudiantes en un falso dilema: o aceptamos las adscripciones Ad-Honorem o nos quedamos fuera de toda posibilidad real de formación, puesto que las Ayudantías Estudiantiles favorecen a sólo a una ínfima minoría.
- El rechazo estudiantil a las adscripciones Ad Honorem se debe, fundamentalmente, a que no queremos que los estudiantes se transformen en un parche a una situación de falta de presupuesto educativo y estructura docente que la Facultad y la Universidad no saben/pueden y/o no quieren afrontar.
- Reconocemos la diferencia entre un Ayudante Estudiante, que realiza trabajo rentado dentro de una cátedra, y el espacio de formación propuesto para un Adscripto, pero lamentablemente las experiencias pasadas nos muestran que se confunde en la práctica, por lo que consideramos indispensable aprender de los errores del régimen de Pasantías de las FHyCS y delimitar concretamente las tareas, funciones y objetivos que le competen a un Adscripto de Cátedra y cuales a un Ayudante Estudiante.
- Garantizar becas de ayuda económica para los Adscriptos es esencial para democratizar el acceso a estos espacios de formación, puesto que los estudiantes con bajos recursos económicos (que constituyen la gran mayoría de los estudiantes de las FHyCS) se encuentran en evidente desventajas para poder afrontar los gastos de transporte, fotocopias, materiales, etc. que requiere la realización de una Adscripción, y sólo beneficiarían a una minoría, acrecentando la conformación de una elite estudiantil que reproduce la desigualdad social, cristalizada a través de las Adscripciones como desigualdad del capital cultural de los estudiantes.
- Es urgente asegurar el aumento de la planta disponible de Ayudantes Estudiantes rentados, como condición para aprobar cualquier reglamentación referida a las Adscripciones.
- Apoyándonos en una de las propuestas del PUF, creemos necesaria la conformación de una Comisión que fiscalice todo el proceso, para garantizar la concreción efectiva de estos puntos y del reglamento de Adscripciones que se aprobase.
La propuesta más progre
Por intermedio del profesor Galli, los docentes resumieron
lo central de su posición en la siguiente propuesta:
- Aprobar en general un nuevo reglamento (a redactar la próxima semana) basado en los ejes propuestos por el Departamento de Ciencias de la Educación, y que contemple, no como una remuneración o pago, sino como incentivo o apoyo económico, una beca de $500 para que el estudiante Adscripto pueda presentar como expositor su informe final (de investigación o docencia) en un congreso ( a elección del Adscripto); sumado a la posibilidad de implementar una Revista de Divulgación Científica (con referato) especialmente dedicada a los trabajos de los Adscriptos, para que puedan acceder gratuitamente a una publicación. También se garantizaría la participación gratuita de los adscriptos a las jornadas, cursos, etc. que organizara o avalara la Facultad, pudiéndose colaborar con gastos de transporte y/o fotocopias de los Estudiantes Adscriptos a través de dinero proveniente de los proyectos de investigación SECTER. La propuesta incluye la incorporación de una comisión que fiscalice el proceso y la certificación podría emitirse con la consignación de las horas cátedras correspondientes a la adscripción. Así mismo, el Consejo se comprometería a elaborar una resolución que reserve el 20% del salario de cada docente que cese en sus funciones, para la apertura de concursos de Ayudantías Estudiantiles Rentadas (aproximadamente 5 llamados a concurso por cada docente que cese en sus funciones)
Un balance abierto
Si bien esta nueva propuesta contempla varios de los puntos
planteados por el claustro estudiantil, posee algunos detalles, que a mi
entender, todavía son insuficientes y/o inaceptables.
El dinero para las Becas ($500 por un año), además de
insuficiente, se tomaría de los $50.000 del presupuesto de la FHyCS que ya se
encuentra afectado para viajes de estudios de cualquier estudiante, por lo que
resultaría en un retroceso para las oportunidades estudiantiles de formación,
puesto que poder becar a los Adscriptos significaría que otros
compañeros, no realizando adscripciones, se verían privados de un beneficio ya
adquirido, como el de poder viajar a congresos académicos, plenarios,
encuentros como el Encuentro Nacional de Mujeres, ENEOB, etc. EL DINERO PARA
LAS ADSCRIPCIONES no puede afectar este fondo económico de los Estudiantes.
¿Porqué las otras fuerzas políticas que componen el Consejo Académico no quiere
reclamar seriamente la asignación de mayor presupuesto para nuestra Facultad?
Cada vez los estudiantes somos más, y la Facu ya nos quedó chica en estructura
docente, presupuesto, aulas, espacios de estudio, etc. Crecimos el pie, el
zapato nos ajusta, y algunos sólo se preocupan en como apretar más nuestros
dedos, pero somos pocos los que insistimos en que el problema es que
necesitamos un zapato más grande.
Las Adscripciones, así planteadas, se presentan como una
discusión abierta, urgente y necesaria para no sólo el presente de nuestra
formación o para nuestro futuro profesional, sino que también está en juego la
formación académica de los futuros estudiantes de la Facultad de Humanidades y
Ciencias Sociales, por lo que el debate debe tomarse con la seriedad, sinceridad
y democracia que se merece, escuchando hasta el último de nuestros
compañeros... ¡que se abran cien flores y que compitan cien escuelas de
pensamiento!
¡Por
una Universidad autónoma, científica, democrática y al servicio del pueblo!
¡¡¡¡¡¡REUNIÓN
ABIERTA DE ESTUDIANTES DE TODAS LAS CARRERAS, CONSEJEROS Y CENTRO DE
ESTUDIANTES: MIÉRCOLES 16 DE MAYO, 18:00 HS EN EL BUFFET!!!!!!
Juan
Pablo Alba
Consejero
Académico
Corriente
Estudiantil Popular Antiimperialista (CEPA)
Mayo 2012
Estoy viendo algunos mensajes de alumn@s sobre el proyecto de adscripciones que me preocupan porque están incurriendo en un error conceptual importante, que ayer tratamos de sortear en la reunión especial del CAF para tratar el proyecto.
ResponderEliminar1. La iniciativa es de adscripción, no de pasantía. Así, no queda encuadrada en las disposiciones de la Ley Nacional de Pasantías, la cual establece renta para los pasantes. El adscripto no es un pasante.
2. El pasante no trabaja ni para el profesor ni para la cátedra, porque no es un empleado de la universidad. Es un alumno en etapa de formación, que voluntariamente elije una cátedra, presenta un proyecto y realiza actividades pautadas con el docente, las que deseamos queden explicitadas en el reglamento respectivo. Es verdad que dedica tiempo, esfuerzo y dedicación, pero lo invierte en su formación como alumno.
3. No es excusa que los alumnos no tengan recursos económicos para realizar adscripciones. Ayer planteé que en tanto alumnos, el problema no es la imposibilidad de realizar adscripciones, sino de costear los propios estudios. Para eso, el movimiento estudiantil debería pelear por más becas de estudio.
4. El proyecto que estamos discutiendo en el CAF prevé que los interesados accedan a la adscripción por méritos, y para eso estamos discutiendo una serie de criterios de admisión, tanto pra alumnos como para graduados.
5. No obstante la posición -general entre los docentes- de no remunerar las pasantías, estuvimos evaluando otras opciones que estimulen y apoyen al pasante. En esta línea, se planteó -y está en consideración- la posibilidad de que la Facultad colabore con el pago de una ayuda económica a los adscriptos que se presenten en esa calidad en eventos científicos como expositores, con el aval del docente responsable; y también analizamos la posibilidad de que en las actividades académicas organizadas por la Facultad (congresos, jornadas, seminarios, etc.) se establezca un cupo para inscripción sin cargo de adscriptos.
6. Como verás, el CAF quiere diferenciar muy bien el adscripto del pasante, y también de los auxlliares de primera y de segunda. Pero ello no implica que no haya una voluntad de instituir algunos mecanismos de incentivo y apoyo a los alumnos adscriptos.
7. Sobre las ayudantías de segunda, la actual gestión de la Facultad considera una propuesta, que consiste en destinar un porcentaje de los recursos liberados en concepto de sueldo por docentes que se jubilen (o fallezcan) para financiar ayudantes de segunda, fijando además un objetivo de mínima, es decir, un porcentaje de ayudantes de segunda sobre el total de la planta docente.
Este mensaje solo tiene el propósito de ayudar a aclarar algunas cosas y hacer circular información que contribuya a la discusión.